Concentración en exámenes, ansiedad, y otros miedos que hacen que falle el rendimiento.

Es la época de exámenes por excelencia, y cada vez me llegan más a menudo a consulta pacientes con ansiedad por los exámenes de la carrera, o por las oposiciones, y tanto es así que este terror llega a todas las edades, desde los más pequeños de primaria con la presión de que lo tienen que hacer bien, hasta los más mayores con el miedo a fallar en un exámen, o a no llegar a conseguir una plaza para la que llevan años preparándose.

¿Cuáles son los miedos más frecuentes a la hora de enfrentarse a los exámenes?

  • Miedo a suspender o a no llegar a la nota esperada: La exigencia de tener que aprobar o la importancia que se le otorga a la nota, lleva a la mayoría de estudiantes a autoexigirse un rendimiento excesivo, que en muchas ocasiones conlleva a no rendir todo lo que se puede, ya que la presión por sacar una buena nota es tan alta que únicamente se le dedica tiempo a estudiar, y se dejan de realizar otras actividades que son saludables, o el tiempo entre descanso y estudio, se dedica a estar absorto en otras actividades cognitivas como redes socales, viedeojuegos, otras lecturas, que no permiten que el cerebro desconecte de verdad.  En general, existe una baja tolerancia a la frustración, en el sentido en que se quiere obtener un resultado concreto y el no conseguirlo, es percibido como la persona como un fracaso total.
  • Miedo a quedarse en blanco o no saber contestar a las preguntas: Muchas personas, también tienen la percepción de que por muchas horas que estudian, es como si no rindiesen, y en ocasiones cuando intentan acceder al contenido de lo que han estudiado, tienen la sensación de que no se saben el temario correspondiente, esto se puede deber tanto al agotamiento, como a la ansiedad anticipatoria de pensar que el exámen les va a salir mal. También existen muchas distracciones a la hora de estudiar, que pueden hacer que una persona no se concentre a la hora de estudiar, y efectivamente no se fijen los contenido. El problema asociado también a estudiar de memoria conlleva en ocasiones a que se busque memorizar en lugar de comprender, aumentando este efecto de quedarse en blanco, cuando entendemos lo que estudiamos, y relacionamos contenidos, somos más capaces de acceder a la información.

¿Qué se puede hacer para estudiar mejor?

  1.  Realizar descansos cada 90 o 120 minutos de estudio en los que se pueda realizar alguna actividad, como pasear, ejercicio físico, meditar, o simplemente descansar.
  2. Si te distraes estudiando con cualquier cosa, lo primero, es estudiar en un  lugar en el que haya pocas o ninguna distracción, sobre todo eliminar los estímulos tecnológicos como el móvil.
  3. Planificar los horarios de estudio, actividad física, vida social, y descanso, ¿quién dice que por encerrarse y no salir, se va a rendir más? si únicamente se dedica tiempo a estudiar,  y se encierra la persona durante muchos días y muchas horas, se está privando de estímulos que favorecen la liberación de neurotransmisores responsables del bienestar, y el estrés será mayor.
  4. Mantener una alimentación equilibrada, en la que se agrupen todos los alimentos de la rueda de alimentación.
  5. Mantener el sueño de forma adecuada, sin cambiar horarios, en temporada de exámenes, hay muchas personas que deciden cambiar sus hábitos de sueño, y con ello se disminuye en ocasiones el rendimiento, ya que se cambia el ciclo sueño-vigilia, de esta forma, el organismo necesita cubrir unas necesidades y adaptarse a esos cambios por tanto, la concentración no será la misma.
  6. Cambiar de asignaturas, ello hará que la tarea sea más dinámica y no se tenga la sensación de que siempre es lo mismo.