Cuando se acerca la temida edad de los 40 años, muchas personas se replantean sus objetivos, o miran hacia atrás valorando aquello que han superado o lo que les falta por cumplir.

Los hombres y las mujeres viven esta etapa de diferente forma, aunque más que una crisis, es un cambio vital o un salto de una etapa a otra, como lo puede ser el paso de la adolescencia a la juventud, es cierto que cada cambio conlleva una parte de crisis puesto que se valora la etapa anterior y se plantean nuevos retos, y cambios psicosociales que se son más acusados en esta década. ¿Qué es lo que realmente sucede a esta edad, para que se extienda este término de crisis?.

La crisis de los cuarenta, es un término acuñado por Daniel J. Levinson, se puede definir como un periodo de crisis a nivel psicológico y emocional, en el que la persona empieza a considerar que le queda menos tiempo para para hacer cosas que ha querido hacer y no se ha podido. Es decir, se hace un balance entre expectativas y realidad.

¿Qué indica que se pueda tener esta crisis?

  • Salir más por las noches.
  • Hacerse tratamientos estéticos.
  • Infidelidades.
  • Gastar en caprichos.
  • Hacer actividades que se tenían pensadas de hace tiempo y no se cumplían.

Causas:

  • La rutina laboral y familiar que hacen que no se busquen nuevos estímulos.
  • Inseguridad.
  • Exceso de responsabilidades.
  • Baja autoestima.
  • Aislamiento social.

Cada persona percibe esta crisis de forma diferente, puede haber nostalgia de otras épocas de la juventud en la que no había el exceso de responsabilidades que existe en la edad madura, siendo una época en la que se sobrevalora la juventud, se considera que nos hacemos mayores, y en consecuencia, se intenta no entrar en un dinamismo aburrido.

La persona puede estar en esta fase días o años según como se gestione, y dependerá de las habilidades de afrontamiento, resolución de problemas, tener una buena red social o hobbies, sentirla más o menos acusada. Las personas con más autoexigencia y que le dan una importancia mayor a la belleza, pueden llevar peor este cambio. Al final cada persona tiene un tipo de creencias  y de interpretaciones por lo que no se puede generalizar.

Por hacer una diferencia entre hombres y mujeres, los hombres se preocupan más por su status profesional, intentan realizar cosas que antes no han hecho,  dando lugar en ocasiones a infidelidades o huida del compromiso. Por otra parte, las mujeres, se preocupan por ser madres, se sienten más vulnerables a nivel físico y cumplir con la idea social de belleza afectando más a su autoestima e inseguridad.

No todas las personas tiene por qué entrar en crisis ante las mismas circunstancias, las crisis evolutivas son normales, cuando se gestionan bien dan lugar al crecimiento personal, y mal gestionadas pueden generar estados de depresión o ansiedad, para lo que sería necesario asistencia psicológica.

Consejos para afrontar la mediana edad.

  • Desdramatiza: aquello que ves como un problema prosiblemente no sea tan grave, los cambios traen enriquecimiento.
  • Busca objetivos nuevos: si has conseguido llegar a un punto de bloqueo, busca algo que te guste hacer o que vaya a  darte satisfacción
  • Valora qué has aprendido conforme has ido creciendo, qué te ha aportado la experiencia, probablemente verás que la madurez te trae más beneficios.
  • Rompe la creencia social de que la juventud es la mejor época, cada momento de la vida es único y diferente, y de todos te formas como persona.
  • Disfruta de tu momento, el futuro es algo abstracto e incierto.
  • Medita tus decisiones.