La bola negra de Patricia: Un caso práctico sobre depresión

Patricia vino a mi consulta hace unos meses, cuando recibí su llamada, casi no podía escuchar la voz temblorosa de la persona que estaba detrás del teléfono.  Ella, decidió ponerse en contacto conmigo, porque llevaba un tiempo muy triste, se sentía sola, y no encontraba nada que le ilusionase.

Recuerdo el día que entró a consulta, con la cabeza baja, algo despeinada, vistiendo con colores oscuros, la mirada apagada,y con una actitud de derrota ante la vida. En consulta, no podía dejar de llorar, porque llevaba unos meses en Valencia, se había separado de su marido, no encontraba trabajo, y vivía con su hija pero no estaba cómoda dependiendo de su ayuda.

Me sentía muy conmovida por el enorme vacío que sentía Patricia, es una persona que ya había superado muchas situaciones en las que cualquier persona se hubiese hundido, como adicciones en su adolescencia, malas relaciones con sus padres, y a pesar de ello salió adelante, se formó, trabajó, consiguó ganar carreras y creó su propia familia, aún así, no era capaz de valorar esos logros.

Eran tantas experiencias y sentimientos escondidos que un día, no le salían las palabras para explicar qué le pasaba, sólo lloraba, entonces quise saber qué imagen asociaba a todo lo que estaba sintiendo, y me dijo que era como una esfera negra que daba vueltas y vueltas muy rápido, y que le daba miedo que la absorviera.

Entonces, empezamos a deshacer esa esfera, estirando de hilos y trabajando con ellos, con situaciones, pensamientos, sentimientos, y conductas. En una sesión, Patricia, me confesó que estaba teniendo episodios de atracones y purgas, con lo que priorizamos esto,  y mediante técnicas de mindfulness, y conductuales, puestas en práctica por Patricia, en pocas sesiones, pudimos continuar trabajando sobre otros aspectos como la autoestima, o la planificación de actividades.

Patricia, no quería, ni siquiera ser amable con ella misma, se culpaba por buscar su independencia, se impedía disfrutar de la vida diaria, imponiéndose castigos.

Poco a poco, a su ritmo, pero sin perder mucho tiempo, trabajamos en valorar sus logros, ponerse en sintonía con sus valores, y actuar conforme a ellos, y mirar el miedo a la cara, enfrentando situaciones que ella imaginaba que iban a ser terribles, pero que después eran bastante llevaderas, la bola negra se iba deshaciendo, y empezaba a surgir la parte que Patricia sabía que tenía dentro, y que podía disfrutar de las cosas más sencillas, su visión era totalmente diferente a la del primer día, salía de la consulta riendo en lugar de llorando, a pesar de que su situación fuese complicada.

Y gracias a su esfuerzo por mejorar, la bola negra dejó de rondarle.

La vida no es fácil y no saber gestionar bien las emociones hace que entremos en depresión, lo importante es saber buscar ayuda profesional para retomar tu vida.

Queremos ayudarte, si sufres depresión o conoces un familiar que sufra depresión consulta con nosotros.