El engaño de las pseudociencias

En estos últimos años, las llamadas terapias alternativas, están empezando a ganar terreno, y por desgracia, esto trae consecuencias en la salud de las personas, a parte de generarles pérdidas económicas, puesto que los vendedores de humo no son gratis, y el que lo sea, algún beneficio querrá obtener con ello. Las terapias alternativas, pueden ser un complemento para la terapia, pero jamás, sustituir un tratamiento basado en años de investigaciones y comprobaciones de que realmente funciona, porque al fin y al cabo la ciencia, está para mejorar nuestra calidad de vida, no para empeorarla.

La desinformación, o la información incorrecta que se obtiene en los blogs dedicados a este tipo de terapias, lleva al usuario a creer que existe una cura milagrosa para su problema, ello es lo que en psicología se conoce como un sesgo de pensamiento llamado «pensamiento mágico», es decir, creer en supuestos no formales, sobrenaturales, y sin ninguna base científica que hace que se encuentren relaciones causa-efecto sin ninguna fundamentación empírica que la corrobore. Por ejemplo: el reiki está muy de moda, cierto es, que se puede sentir alivio, o relajación depués de una sesión de reiki, sin embargo, no es milagroso, no cura la leucemia, ni el cáncer, ni le pone a andar a un parapléjico, como afirmaba un señor que vino a mi clínica queriendo ofrecer sus servicios en mi centro, este señor intentaba convencerme de que milagrosamente nos curamos solos.

Hay casos como el de Mario Rodríguez, un joven de 21 años que abandonó la quimioterapia, por otro tratamiento alternativo como asistir a un curandero que le daba vitaminas, el resultado 6 meses después, fue su fallecimiento. Por desgracia, como él hay otros. En el siguiente enlace encontrareís la noticia sobre este caso en particular.

https://elpais.com/elpais/2016/02/24/ciencia/1456341289_969832.html

En el caso anterior, el problema era de salud física, pero ¿qué ocurre cuando una persona se encuentra mal psicológicamente, y va a buscar respuestas no científicas, en lugar de acudir a un profesional de salud mental? Pues muy sencillo, que aún si cabe se derrumba más, porque los vendedores de humo se aprovechan de la labilidad emocional para llevarlos a su terreno, se ganan la confianza de la persona en lugar de hacer que confíe en sí misma, manipulan a su víctima para que hagan todo cuanto ellos les digan haciéndoles creer que se encuentra mejor porque ha encendido la vela morada que le dijo o le vendió, creen en que el futuro que les espera es el que les ha dicho su gurú porque ha salido en las cartas, las runas, o lo que sea que utilicen, cuando en realidad, cada uno es dueño de sus acciones, decide actuar, pero si no actuas y te dejas embaucar probablemente se corra el riesgo de que ocurra la situación indeseada que ha visto su gurú, y se deje al azar su propia vida.

Al igual que una víctima de violencia de género, la persona no es consciente de que es una víctima, no está recibiendo un maltrato físico a modo de palizas, pero si está anulando su capacidad de razonamiento, y su voluntad de actuar con lo cual es igual de perjudicial o más.

Con todo lo anteriormente expuesto, sólo me queda citar a Hipócrates: «La ciencia es el padre del conocimiento, pero las opiniones, son las que engendran ignorancia.» Por tanto antes de tratar un problema sea del tipo que sea, informense por un profesional.