Popularmente, se dice que la música amansa a las fieras, este dicho popular tiene una parte muy verdadera si nos referimos a que la música tiene efectos en las emociones. La música es una de las cosas no tanginbles que son capaces de hacernos vibrar y cambiar nuestro estado de ánimo.

Escuchando una pieza de música, podemos evocar recuerdos olvidados, pero que aparecen porque en un momento escuchaste una canción y te sentiste de determinada manera, con lo que al escuchar esa canción se vuelven a experimentar esas emociones, también, la música nos ayuda a estar más enérgicos dependiendo del tipo de música que se escuche, así como a calmarnos en momentos en los que nos sentimos desbordados, y además nos ayuda a expresar nuestras emociones aunque sea en silencio,¿quién no se ha emocionado con una canción, o le han entrado ganas de bailar,gritar, llorar,relajarse, o reir?

» La música expresa todo aquello que no puede decirse con palabras y no puede quedar en silencio»

   -Víctor Hugo-

El neurólogo Oliver Sacks, en su libro Musicofilia nos cuenta ejemplos de cómo la música puede despertar zonas dañadas del cerebro, como Oliver, otros científicos, han demostrado los beneficios que la música aporta al ser humano, entre ellos: conseguir concentrarse en una tarea, acelera o disminuye algunas funciones orgánicas (respiración, digestión, presión, etc,.), a nivel emocional facilita la expresión de emociones y tiene efectos relajantes, aumenta la creatividad, y facilita el aprendizaje de habilidades sociales.

 

¿Qué es la terapia musical?

La terapia musical o musicoterapia, es una terapia de tipo creativa que consiste en escuchar y/ o reproducir música, como todas las herramientas terapeúticas, dependerá del objetivo que se quiera conseguir en las sesiones en base a las necesidades del paciente. Principalmente, se pretende que se faciliten cambios positivos en el comportamiento de los participantes, ya que a través de la terapia musical se puede fomentar la capacidad de comunicación, la autoestima, la autoconciencia, y la liberación emocional.

No se necesita tener experiencia musical previa para participar en sesiones de musicoterapia, ni el objetivo es enseñar lecciones de música, si se puede aprender control rítmico o sensibilidad musical.

¿A quién le puede ayudar la terapia musical?

  • Personas con ansiedad y depresión: La música puede ayudar a las personas con depresión a comunicarse de manera más eficaz, y si se trabaja en grupo, ayuda a salir del aislamiento en el que se encuentra la persona, así como también favorece la creatividad. A las personas que padecen de ansiedad, les ayuda a relajarse, tomar conciencia de su estado acelerado, y ser capaces de rebajar los niveles de ansiedad.
  • Autismo: La música ayuda a estabilizar el estado de ánimo y a aumentar la tolerancia a la frustración, se identifican emociones a través de la música por ello mejora  la expresión emocional.
  • Demencia: A las personas mayores, les puede ayudar a mejorar su autoestima, salir de su aislamiento, y mejorar la memoria, ya que escuchar una canción del pasado puede evocar recuerdos. También les ayuda a relajarse.

En conclusión, la música es una excelente herramienta para utilizar en terapia, así como para mejorar la calidad de vida, puedes escuchar música en cualquier momento del día, eso sí, prestando atención a lo que te transmite, o utilizarla con un fin determinado, haz la prueba a ver que te parece.