Principalmente, el estudio de la Psicología clínica se ha basado en estudiar los aspectos negativos o lo anormal, ello ha llevado a la creación de varias terapias efectivas para tratar los trastornos mentales. Ahora, surge con fuerza un reconocimiento sobre aspectos positivos que promueven el bienestar y reducen el malestar. Si en lugar de centrarnos en el malestar y la negativiad, focalizamos nuestra atención en aspectos positivos, puede resultar más fácil realizar un cambio positivo, han surgido varias vertientes de la psicología, encaminadas a favorecer el bienestar mediante el estudio de aquello que proporciona felicidad al ser humano como: la psicología positiva, la terapia de aceptación y compromiso, neurofelicidad, etc. Sin embargo, no hay que olvidar, que existen otras pseudociencias  o terapias alternativas que venden algunos recursos como si fuesen la cura a todos los problemas, y cuando hay un problema de verdad, los profesionales cualificados son los que estmos preparados para ayudar al paciente, es importante no confundir una terapia efectiva y contrastada, como por ejemplo, la terapia cognitivo conductual, con una terapia alternativa sin avalar.

La Psicología positiva surge para investigar, qué nos hace felices

Entre los factores que componen el bienestar psicológico encontramos los siguientes:

Auto-aceptación: Si mantenemos una actitud positiva hacia nosotros mismos, y aceptamos nuestros errores pasados, y nuestras limitaciones limitaciones.

Relaciones positivas: Es importante que nuestras relaciones sean satisfactorias, de confianza, afectuosas y que seamos capaces de empatizar e intimidar con los demás.

Crecimiento personal: Tener visión sobre el propio potencial personal, mostrar sentido de desarrollo y estar abierto nuevas experiencias que supongan desafíos.

Dominio del entorno: es la capacidad de manejar un entorno complicado, y saber elegir o cambiar el entorno según nuestras necesidades personales.

Autonomía: Mostrar una dirección personal que normalmente se guía por motivos personales propios, ser coherente con nuestros valores  internos, y no ceder a presiones sociales desagradables.

Propósito de vida: Mantener objetivos, y creencias que afirman nuestro sentido de dirección en la vida, y sentir que la vida tiene un propósito y un objetivo.

 

Te invito a realizar una reflexión sobre estos factores, puedes escribir uno a uno en qué medida se corresponden a tu situación, te ayudará a tomar consciencia del momento presente, si observas que alguno no se ajusta a la descripción de bienestar, pregúntate qué te impide estar en esa posición y qué puedes cambiar o hacer para desarrollarte de forma más positiva.

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Bohlmeijer, E.T., Bolier, L., Lamers, S.M.A, y Westerhof, G.J. (2016). Intervenciones clínicas positivas: ¿Por qué son importantes y cómo funcionan? Papeles del Psicólogo, 2017. vol.38(1). 34-41